sábado, 30 de agosto de 2014

Hiperactividad - lado A

Todos tenemos como amiga esa a persona que necesita un buen balde de rivotril: 7am, mientras vos tratás de sacarte las marcas de la almohada y te hundís en un a taza de café triple, ya tiene una energía increíble. Y lo peor es que es natural, ya nació/se despertó con 15 red bulls juntos. Mi te rio.
Llegás a la facultad y te la encontrás, charlando (o mejor dicho hablando sola, porque a esa hora no podés conectar dos neuronas y menos seguirle el ritmo), porque para ella es como si el día hubiera empezado hace un siglo. No necesita tiempo para despertarse, llegar, acomodarse, concentrarse, todo es en el momento ya ya ya. Aunque en realidad lo de la concentración no es cuestión de tiempo: no pasa nunca. Absolutamente nunca. Jamás dura más de cinco minutos concentrada en la misma actividad, siempre hay algo más divertido -aunque sea mover la pierna o molestarte con el click click de la birome- que hacer. Suponés que dentro de un rato se va a cansar, que debe ser como los chicos chiquitos, que después de un rato de demonio de tasmania va a quedar fundida hasta el día siguiente.
Pero no. Sigue. Y empeora: no sé si es el cansancio (se cansan?) o el paso del tiempo o qué, pero la hiperactividad aparentemente es proporcional a la hora del día. Nivel: siete y media de la tarde tenés que dejar que se siente del lado del pasillo en los bancos de la facultad porque sino le agarra claustrofobia. Pregunta cada tres minutos si es un buen momento para ir al baño, si no le contestás te escribe el cuaderno, rompe papelitos, juega al 2048 y se queda sin batería (el celular, ella nunca), boludea a la persona de enfrente, se asegura de que no entiendas nada de la clase vos tampoco. Tenés que usar psicología inversa: cuando más le digas que la corte, más entretenido le va a parecer joderte porque así le prestás atención
El acelere permanente sigue hasta que, increíblemente, apoya la cabeza y plancha. 
Y todos los demás respiramos, la vida vuelve a ser normal de nuevo. Y aburrida. Hiperactivos los detesto, pero, en el fondo fondo fondo muy fondo, gracias por divertirme.


. Persona 1

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